Yo quiero servirte con toda mis fuerzas, si
hay algo que me agrada, es saber que mi vida está siendo usada por ti Señor.
Mis ojos siempre vean la necesidad que me
rodea, no cubriré mis ojos ante nada que tenga que hacer, mis ojos puedan ver a
través de los tuyos.
Que mis labios siempre tengan una palabra
de consuelo, de aliento, de edificación, de poder y autoridad, para que el
caído se levante, el enfermo de sane y el desalentado tome victoria.
Deseo que mis manos siempre tengan algo que
entregar, siempre brinden ayuda a aquel que lo necesita, que se extiendan y
levanten cuando alguien haya tropezado por lo duro y cansado del camino, que
nunca señalen a nadie por los defectos, que siempre abrasen a quien lo necesite.
Y mis pies Señor, que siempre sigan tus
pisadas, vayan donde haya una labor que hacer, me lleven donde otros no quieran
ir, no importa que tan difícil sea el camino, aun cuando las huellas tuyas
vayan por la vía dolorosa, que mis pies no se detengan.
Pero:
Si mis ojos no van a ver más la necesidad,
Si mis labios no van a hablar más de ti,
Si mis manos no van a servir a nadie ya,
Si mis pies no van a seguirte más,
Entonces, ¿para qué quiero la vida?
Es mejor estar muerto que ser un inútil en
tu obra, ocupando una silla en la iglesia donde alguien pueda sentarse y
aprender de ti.
No dejes de contar conmigo Dios para que
desee, dispuesto estoy, aun con mis defectos, debilidades e inexperiencia, mira
en mí un corazón dispuesto a servirte. No dejes que mis días se terminen sin
haber hecho algo para ti.
AUTOR: ESPIRITU SANTO

No hay comentarios:
Publicar un comentario