Este periodo de
cuarentena nos ha ayudado a reflexionar mucho sobre cómo hemos estado viviendo
nuestro cristianismo y que significado tenía para nosotros.
Pero que cosa nos ha querido enseñar el Señor en este periodo de cuarentena.
Y ¿cuando vamos a
regresar a nuestros locales de cultos?
Dios tiene todavía
muchas cosas que acomodar en nuestras vidas, cosas que nosotros creiamos que son
correctas pero delante del estándar de santidad de Dios no lo eran.
Yo pienso que vamos
a regresar a nuestros locales de cultos con aquella normalidad con la cual lo haciamos antes, cuando el Señor nos haya cambiado
completamente, cuando en casa, en aquella habitación secreta hayamos aprendido
a derramar nuestras almas delante de Dios, humillandonos delante de él con lagrimas y pidiéndole con suplica y perseverancia que cambie
nuestras vidas y nuestra manera de ver las cosas, solo así, dejaremos de ser
los mismos de siempre.
Vamos a regresar a nuestros templos:
- Cuando dejemos de ver la paja del ojo de nuestro hermano en Cristo y saquemos primero las vigas que tenemos incrustadas en nuestros dos ojos.
- Cuando perdonar las ofensas de nuestros hermanos provoque en nosotros un gran gozo y cuando pidamos perdón lo hagamos con el corazón pisoteando de esta manera nuestro orgullo.
- Cuando un cargo en la iglesia no nos haga sentir dignos de reverencia y reconocimiento.
- Cuando se dejen de hacer diferencias entre el hermano pobre y el hermano que tiene dinero.
- Cuando se deje de dar, esperando recibir.
- Cuando se deje de abusar del ministerio.
- Cuando se deje de trabajar esperando ser promovido
- Cuando se deje de trasquilar al rebaño, quitándoles la poca lana que aún les queda.
- Cuando aprendamos que Dios nos ha llamado a servir y no a ser servidos o admirados.
Entonces estaremos preparados para reunirnos nuevamente.
Este tiempo para la iglesia, ha sido y es aun periodo de purificación y Dios así lo ha permitido, la iglesia de Cristo debe comprender de una vez, que el templo es un lugar de adoración y de entrega total de nuestro ser, un lugar donde nos rendimos únicamente ante su presencia, donde toda la gloria, todo el honor y todo el reconocimiento son solamente para aquel que murió y resucitó por nosotros, Jesucristo.
Un lugar como diría el salmista, para contemplar la hermosura de Jehová y para inquirir en su santo templo.
Y esto tambien va para que los
pastores y ministros del evangelio, tenemos que comprendamos que el templo, la casa de Dios
es solo para predicar y enseñar las verdades que están escritas en la santa palabra
de Dios, y no para atacar, ni mucho menos para manipular al pueblo, el templo
no es un mercado, el templo no es un centro comercial donde podemos vender y comprar lo que se
nos antoje,
Nosotros también
tenemos que entender que el templo es únicamente un lugar de adoración a Dios,
y no para hacer shows y maratones de dinero.
Hoy es el tiempo
de entender que el templo es la casa de Dios, y en la casa de Dios, quien
gobierna es Dios a través de su Espíritu Santo.
Y una vez que
hayamos comprendido todo esto, entonces estaremos preparados para reunirnos nuevamente como lo haciamos antes, y no solo eso, estaremos preparados para recibir a todas las almas
que Dios mismo traerá y disfrutaremos de este gran avivamiento que nos promete el
Señor en su palabra.
Hechos 2:17 Y en
los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne.
Amados ministros del Señor,
si vedaderamente deseamos que las almas se acerquen al Señor, nosotros seamos los
primeros en acercarnos al él, no existe otro modo de hacerlo.
En los evangelios
leemos que las almas eran transformadas por el Señor, dejemos que el Señor lo
siga haciendo, y no metamos un yugo que ni nosotros mismos somos capaces de
llevar.
Tú y yo, la
iglesia de este tiempo, debemos aprender cual es nuestro verdadero llamado.
Ya no es tiempo de jugar a la iglesia, ya no es tiempo de jugar a ser pastores.
El término "ministro" deriva del latín minister, que significa sirviente o criado, y esta a su vez procede de la raíz minus que quiere decir el menor, el menos o la miniatura, en otras palabras: “el menor de todos” El que está al servicio de Dios y al servicio de la iglesia.
Hoy en día lamentablemente se entiende mal este término “ministro” y se cree y se enseña que el ministro debe ser reconocido, rebe ser honorado y servido por la iglesia. Veamos por un momento el ministerio de Cristo en la tierra y veamos si fue honorado mientras estuvo aquí entre nosotros, lo único que encontramos será su servicio a los mas necesitados, y como pago a esto, su muerte como un delincuente.
Pero hoy, lo que tenemos son ministros que buscan fama, gloria, reconocimiento y riquezas terrenales, esto está muy lejos del ejemplo de servicio que nos dejó Jesucristo.
Mateo 20:26-28 Mas entre vosotros no será así, sino
que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para
dar su vida en rescate por muchos.
Después de este
periodo de cuarentena, esperemos haber aprendido todo esto.
Yo estoy convencido que Dios ha permitido el hecho estar encerrados en casa, para apreciar la libertad que teniamos antes y para aprender ciertas cosas que como iglesia, habiamos olvidado, y asi es, Dios lo permitió con un motivo, porque la iglesia comienza en la casa, y si somos capaces de comportarnos como iglesia estando en la casa, el día que esa iglesia este reunida en un templo, ese día veremos verdaderamente la gloria de Dios.
Empezaremos a vivir aquel avivamiento que nos habla en el libro de los hechos de los apóstoles, donde el evangelio era predicado con señales, prodigios y milagros, solo así la iglesia será un pueblo lleno del poder de Dios, un ejercito armado con toda la armadura de Dios.
Por ultimo, aquellos que aún no han aprovechado este tiempo para consagrarse a Dios, sino que quieren vivir sus propio evangelio, un evangelio acomodado a su propio estilo de vida y aquellos jóvenes que entran en las modas de este mundo y en los challenges de la redes sociales para dar a mostrar que el cristianismo es chévere y divertido, esta es tu oportunidad, no esperes que abran los templos para hacerlo, hazlo ahora.
Hermanos, oremos
para poder ver un despertar en el pueblo de Dios. para que los que se alejaron de Dios vuelvan, oremos para que aquellos que esten jugando a ser cristianos empiecen a vivir un cristianismo genuino y verdadero y para que los fervientes sean aun mas fervientes.
Si oramos por esto, la iglesia será verdaderamente la iglesia de Cristo.
Autor: Espiritu Santo.

Amén hermano, creo que está muy bien explicado, el juicio de Dios empieza por casa, Dios está descubriendo lo oculto de los corazones.
ResponderEliminar