Cuantas veces haz querido que el tiempo retroceda para volver a
empezar, ya que hoy solo cosechas aquello que sembraste en aquel tiempo, aquella
mala decisión que hoy solo trae consigo lagrimas amargas acompañadas de
frustraciones.
El tiempo no puede retroceder, las cosas ya se hicieron, esa
mala pareja que elegiste, ese empleo que tomaste, esas amistades que escogiste que
no trajeron a tu vida buenos resultados, muchas veces quisieras darle a tu vida
ese Ctrl-Z que te facilita la vida en tu ordenador, pero no se puede.
Ya deja de llorar y de lamentarte, las cosas ya están hechas
y hay un largo camino que seguir, la vida continua y sigue su curso, no dejes que tu pasado detenga, sigue hacia adelante, hoy Dios te da una buena noticia y te dice: Entrégame ese problema y yo lo haré
bendición en tu vida.
Salomón, el rey más sabio que hubo en la tierra fue hijo de una
situación que nunca debió de pasar, un adulterio.
Obed fue hijo de una moabita, Ruth a quien Noemí conoció
cuando dejó la tierra de la promesa y él fue el abuelo de David de quien vendría
más adelante Jesucristo.
¿Vez como Dios puede usar aquel pasado vergonzoso de alguien
y tornarlo en una bendición? Solo acércate a Dios creyendo, no dudes de Dios ni
de su poder, ya deja de creer que Dios es un juez que todo el tiempo está
sentado en tu trono golpeando aquel martillo condenado a todo el mundo.
Entrégale esas cargas a Dios, entrégale ese pasado que no te
deja vivir en paz, no digas: he pecado
mucho como para que Dios me perdone, solo dale tu vida a Cristo que su
sangre tiene todo el poder para perdonarte y hacerte empezar una nueva vida con
él.
Dios te dice: Ven y pongámonos a cuenta.
Autor: Juan Carlos
Zubiaga

No hay comentarios:
Publicar un comentario