Cuantas veces
haz visto tu realidad y haz dicho aquí no hay nada más que hacer, cuantas veces
te has desmoralizado al ver que tu situación en vez de mejorar se empeora,
cuantas veces haz creído que para ti ya es demasiado tarde para poder ver un
milagro en tu vida. Todo esto sucede porque hasta este momento haz visto todo
con tus ojos carnales tratando de usar la lógica humana para entender los propósitos
de Dios.
El profeta
Ezequiel en una ocasión fue puesto en medio de un valle de huesos secos, dice
la Biblia “2 Y me hizo pasar cerca de
ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del
campo, y por cierto secos en gran manera” (Ezequiel 37:2)
Lo que vio
el profeta era precisamente eso, huesos secos, no había nada que hacer, quizá si
hubiera visto un valle de gente moribunda, gente enferma entonces sí, el
milagro sería más fácil, pero eso no era lo que veía, la realidad era otra, un
valle de huesos secos y secos en gran manera.
Luego el Eterno
le dice a Ezequiel: 4 Profetiza sobre
estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. “5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos:
He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir
sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y
viviréis; y sabréis que yo soy Jehová” (Ezequiel 37:5-6)
Lo que el
Eterno estaba pidiendo a Ezequiel era que sea el mismo Ezequiel a hablar a esos
huesos secos, lo podía hacer Dios mismo, en un instante el milagro hubiera
sucedido, pero no, Dios prefirió usar la vida de Ezequiel, usar sus labios para
declarar una palabra de restauración sobre esos huesos extremadamente secos que
lo rodeaban.
Dios puede
obrar inmediatamente, a su voz todo puede suceder, pero a veces Él pone a
prueba nuestra fe y obediencia, Él quiere que seamos nosotros a poner en
practica nuestra fe y declarar en el nombre del Señor esa sanidad que estas esperando,
esa solución esa situación que te está deprimiendo, esa restauración en tu
hogar, en tu matrimonio, en tu familia, Dios quiere que dejes de ver con tus
ojos carnales y veas con fe lo que Dios quiere hacer en ti, por ti y a través
de ti.
Una vez que
Ezequiel hizo lo que se le pidió, dice la Biblia que los huesos comenzaron a
unirse y los tendones empezaron a crecer y a cubrirse de carne pero aun no tenían
vida, luego el profeta continúo a declarar esas palabras que le fueron dadas y entró
espíritu en ellos y vivieron y se formó un grande ejército. (Ezequiel 37:7-10)
Como pueden
ver mis hermanos, con la fe y obediencia a su palabra no hay problema que no se
pueda resolver, ni milagro que no se pueda realizar, yo te invito a poner a
prueba tu fe y tu obediencia y solo así empezaras a sentir que algo nuevo ha
empezado a suceder en tu vida y en todo aquello que te rodea, todo lo que tu
considerabas muerto, perdido o sin solución, empezara a cobrar vida y a obrar
para el bien tuyo y al final de todo veras la gloria de Dios en tu vida.
El Eterno
te bendiga.
Autor: Espíritu
Santo
Escrito
por: Juan Carlos Zubiaga
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